Como todos los años, los últimos días recapitulo. No ha sido un gran año, lleno de decepciones que no me esperaba, pero como siempre hay cosas que lo suplen. Tiendo a mirar más lo malo que lo bueno, a estar triste más que contenta y demostrarlo, principalmente, con enfados. Este año he intentado explicarme más y enfadarme menos, no sirve, no funciona. Pero los enfados tampoco lo hacían así que tendré que seguir investigando.
Vuelvo a recordar la frase de Bizcochito y en eso ando. Esta claro que no es un año perdido. He echado de menos a personas que no pensé que aun podría hacerlo y he conocido a otras, he echado de menos a personas que estaban muy cerca y he descubierto que podía apoyarme en otras.
Las cosas cambian y me cuesta seguir el ritmo. Pero tengo que decir que mirando hacia atrás puedo sonreír al año.
He viajado cerca y lejos. Y cerca y lejos he conocido gente que merecía la pena. No me da pena acabar el año, aunque si un poquito de miedo por esperar demasiado del siguiente y que me decepcione. Aunque, que coño, no lo creo.
Se que alguno/a me echara de menos, sé que alguno incluso le da miedo mi viaje más que a mi misma, pero esas mismas personas sabéis que lo necesito, que es mi inicio, que necesito coger las ”riendas de mi vida” y que este no es mi lugar o por lo menos no como actualmente esta. Necesito alejarme, conocer gente, lugares, situaciones, que aquí me estarían vetadas, que no las viviría de la misma forma. Quien me conoce, quien me escucha, sabe que me falta algo que no consigo encontrar y ya no sabía hacia donde mirar. A lo mejor me hace ver que mejor que donde estoy en ningún sitio, pero necesito descubrirlo.
Así triste y contenta, despido el año y con miedito comienzo el próximo…
Vuelvo a recordar la frase de Bizcochito y en eso ando. Esta claro que no es un año perdido. He echado de menos a personas que no pensé que aun podría hacerlo y he conocido a otras, he echado de menos a personas que estaban muy cerca y he descubierto que podía apoyarme en otras.
Las cosas cambian y me cuesta seguir el ritmo. Pero tengo que decir que mirando hacia atrás puedo sonreír al año.
He viajado cerca y lejos. Y cerca y lejos he conocido gente que merecía la pena. No me da pena acabar el año, aunque si un poquito de miedo por esperar demasiado del siguiente y que me decepcione. Aunque, que coño, no lo creo.
Se que alguno/a me echara de menos, sé que alguno incluso le da miedo mi viaje más que a mi misma, pero esas mismas personas sabéis que lo necesito, que es mi inicio, que necesito coger las ”riendas de mi vida” y que este no es mi lugar o por lo menos no como actualmente esta. Necesito alejarme, conocer gente, lugares, situaciones, que aquí me estarían vetadas, que no las viviría de la misma forma. Quien me conoce, quien me escucha, sabe que me falta algo que no consigo encontrar y ya no sabía hacia donde mirar. A lo mejor me hace ver que mejor que donde estoy en ningún sitio, pero necesito descubrirlo.
Así triste y contenta, despido el año y con miedito comienzo el próximo…
¡¡¡Feliz 2010!!!
PD: foto sacada de Vinos Kupel, y ya de paso si queréis podéis averiguar en esa pagina el porqué de las 12 uvas.
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