29 oct 2010

Reconciliación con madrugar

Es curioso como en un pueblo como el mío pueda, de pronto, haber algo tan bello.

Denominado "ciudad dormitorio", rodeado de polígonos, por dentro hormigón en su mayoría, y de pronto, el cielo morado, naranja, amarillo, el azul casi desaparece pero en su lugar aparece al horizonte una esfera dorada y difícil de mirar directamente.

Por unos instantes, todo es más bonito.

Y ahí esta, puede haber belleza, por suerte, en todos sitios.


Hace tiempo elegí los horarios de tarde. Los amaneceres que podía haber visto o estaba en algún antro o en alguna casa. A veces no es tan malo madrugar...

PD: foto sacada de google

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