Necesito cerrar los ojos y no pensar se dijo. Pensaba mientras bajaba por las escaleras como cada mañana después de sonar el despertador.
Necesito desaparecer por unos minutos y encontrarme en el cielo azulado que veía de pequeña desde la plaza de aquel pueblo. Pensaba mientras sacaba la leche de la nevera y la calentaba. Mientras entraba en el baño para echarse agua por la cara y mirarse directamente a los ojos, y ver lo que tantas veces había visto.
Lo que le gustaría dejar de ver por unos minutos, ese miedo que le aprisionaba el pecho cada mañana, después de dar vueltas en la cama y pensar.
Y pensar.
Y pensar...
Pensar si estaba haciendo lo adecuado o si debía volver a huir.
PD: la foto es mía
1 comentario:
Pensar es bueno, no hay que dejar de hacerlo, pero tampoco entrar en un bucle...
Besicos
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