11 abr 2012

Escribo, guardo, dejo


Escribo, guardo, dejo.
Escribo, guardo, dejo.
Escribo, borro.
Escribo, guardo, publico.
Escribo, guardo, dejo.

Y así más o menos son mis últimos meses. Que negro se ve todo. Las cosas se complican. Y todo es muy pesimista. Las personas que antes ponían sonrisas en mí, ahora tienen multitud de problemas y yo soy el recipiente en el que se desahogan. Y no me quejo, intento escuchar, ayudar en lo que puedo o sólo estar ahí cuando se me necesita. Pero el pesimismo va inundando y coloreando mi interior. Sin alegrías ni buenas novedades. Y sin tener con quién desahogarme ¿Cómo vas a contarle algo a alguien que tiene tantísimos problemas? Las pocas veces que se me ocurre decir algo mi interlocutor/a hecha más oscuridad encima. Mejor callar. Tampoco quiero convertir esto en una multitud de entradas pesimistas. Así que escribo cuando me enfado y estallo. Intento pensar historias aunque fuesen ficticias positivas, o buscar en el baúl de los recuerdos cosas aun no contadas, pero mi mente tiene una nieblilla que no deja inventar ni recordar con claridad o con toda la alegría que lo viví.

Así que escribo, guardo, dejo.
Pero hoy voy a publicar.

PD: seguiré buscando para publicar mejores cosas, por lo menos de vez en cuando.

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