23 jun 2008

Personas que dejan huellas

A lo largo de la vida conocemos a muchísimas personas, más de las que nos damos cuenta.

Las más importantes permanecen durante (casi) toda nuestra vida junto a nosotros.

La mayoría de ellas pasan sin dejar huella, otras en cambio pueden llegar a marcar el resto de nuestras vidas.

Las hay sutiles, dejan una minúscula huella escondida en algún rincón y de pronto, un olor, un sonido, algo, te recuerda a ellas.

A veces una persona a la que en su momento no le dimos la menor importancia, de pronto, nos damos cuenta que pensamos
en ella.

También están las que desaparecen, vuelven, se vuelven a ir, vuelven a aparecer y así continuamente a lo largo de nuestra vida. Al principio puede molestar, doler, pero luego te acostumbras. Si pasa mucho tiempo entre una aparición y otra les empiezas a echar de menos, a pensar que no las vas a volver a ver, que solo quedaran sus huellecitas, hechas de pequeñas pero importantes apariciones y supongo que un día solo son un recuerdo especial.


Por último están las que pensabas que permanecerían, a las que les distes un hueco en tu vida, confiando en que permanecerían en ella, y, de pronto, todo se desmorona, las cosas cambian y desaparecen. Esas huellas son imposibles de borrar, con el tiempo son necesarias e incluso queridas, con el tiempo….


Imagenes sacadas de fotocommunity y de Trekearth

4 comentarios:

Luna Carmesi dijo...

Somos producto de lo vivido, seria arrogante y ridículo negarlo. El arte de vivir reside en eso... Las huellas, los estigmas, los tatuajes no deben considerarse como entes perennes, ni como eslabones de una cadena que nos retiene.
Todas esas experiencias, todas esas lagrimas son como esos rodillos que usaron los egipcios para mover los bloques que formaron las pirámides. Son cilindros no uniformes, muy irregulares, incluso inadecuados en alguna ocasión, pero sirven en la construcción de nuestra vida. Esa que al final alcanza una gran altura y que a priori parece una obra imposible...

Besos.
Y un abrazo también...

Anónimo dijo...

Es bonito leerte :)


Sí, sí, mejor pensar que somos como huellitas sobre los otros :D (Antes que como el chicle de Esperanza)

:D


Aunque en realidad, ¡podemos ser tantas cosas los humanos!
Bendito cerebro :D


¿Por qué siempre me desvío del meollo mencionado?
¡Por qué, por qué! :P



Un besito, guapa :)

Chocolat Soul dijo...

Que cierto, sobretodo la parte final. Hay gente que deja una huella imposible de borrar, que pese a los años que pasen sigue ahí intacta. A mi me pasó con una amiga y aunque ya haga casi 5 años que ni la veo ni he hablado con ella, la recuerdo más de lo que se merece... pero eso son otros temas! Un besito, pasate por mi blog de vez en cuando! xP

Luna Carmesi dijo...

toc toc!!!

:-D